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lunes, 26 de julio de 2021

Empoderamiento

 Mejorando nuestra situación


Si tomamos el empoderamiento como el proceso para proporcionarnos las herramientas, para aumentar nuestra fortaleza, nuestras capacidades (desarrollar la confianza y la seguridad en nosotros mismos) y nuestro potencial (siendo conscientes de la importancia de nuestras acciones y decisiones), conseguiremos encontrarnos mejor. Socialmente, como colectivo, lograremos organizarnos para trabajar en mejores condiciones.


Cuidadores Empoderados


El poder propio de los cuidadores está en tomar conciencia de nuestra situación para, fortaleciendo nuestras capacidades, conseguir aumentar nuestra confianza y nuestra autoestima, teniendo control sobre los recursos de los que disponemos y sobre nuestras decisiones, consiguiendo un cambio positivo en nuestra actitud.

El poder como grupo nos ayudará a sentirnos menos vulnerables, a hacernos más visibles (a dejar de ser la parte menos valorada de la situación de dependencia). Sobre todo, desde una postura no de dominación, sino de respeto.




martes, 2 de junio de 2020

La empatía

Mirando con tus ojos

Puesta de sol en el Atlántico

La empatía es una habilidad muy útil para gestionar nuestras sensaciones como cuidadores, nos ayuda a comprender  las reacciones de las personas que nos rodean. Nos movemos por emociones y para conectar con otra persona (ponernos en su lugar), debemos empezar por nuestro cuidado y autoestima (ser ecpáticos es protegernos del agotamiento emocional y de la fatiga por compasión), es difícil ser empáticos si no nos valoramos. 

Fomentar la empatía


Si en primer lugar observamos y percibimos lo que se nos transmite (es muy importante el lenguaje no verbal), después lo asumimos y lo entendemos como propio, podremos relacionarlo con nuestra experiencia y desde la distancia estableceremos conclusiones, asimilando el sentimiento o sensación de la persona que tenemos enfrente. El egocentrismo (la valoración excesiva de nuestra personalidad)  paraliza la empatía.

lunes, 27 de abril de 2020

Resiliencia

Acepta la realidad y no te detengas ante el obstáculo

La capacidad que tenemos para hacer frente a las adversidades es nuestra resiliencia. Como cuidadores familiares deberíamos entender nuestras percepciones negativas y heridas emocionales, para que cualquier contratiempo no nos impida evolucionar, y nos pueda servir de aprendizaje. 

¿Soy resiliente?


Existen algunos factores que nos pueden indicar nuestro nivel de fortaleza. Si contamos con un pensamiento positivo, con autonomía y voluntad de superación, con autoconfianza, iniciativa propia y creatividad, podremos afrontar las dificultades como un desafío. También nos ayudará nuestra integridad moral, ser introspectivos (observar nuestro estado de animo para reflexionar sobre él), tener  capacidad para relacionarnos y unos objetivos para cumplir. Como herramienta existen pruebas tipo test para conocer nuestro nivel de resiliencia.

¿Cuál es mi base?


Una buena base para la resiliencia es nuestro equilibrio vital, una actitud optimista, ser empáticos, la responsabilidad, nuestra automotivación, y también, el sentido del humor. Todo esto nos permitirá una adaptación positiva a los problemas del día a día. 

Bambú

Soy como el bambú


Nos debería servir de ejemplo el bambú. Es una planta que se mantiene en pie y creciendo gracias a su flexibilidad, mientras que cualquier otra planta rígida o árbol de tronco grueso y macizo no resiste un fuerte viento. En cambio, el bambú sabe cómo adecuarse a su contexto, porque es flexible, adaptable y cambia cuando es necesario hacerlo. Nosotros también podemos intentar salir fortalecidos y aprender de la superación de los problemas, en lugar de sentirnos rotos y superados por las situaciones desfavorables.

miércoles, 15 de abril de 2020

La autoestima

La importancia de ser uno mismo

La impresión que tenemos de nosotros mismos, como nos percibimos es nuestra autoestima. Es decir, como nos aceptamos con nuestro equilibrio de cualidades y de imperfecciones.

Rosa con espinas

¿Cómo me valoro?


A la hora de determinar que imagen tenemos de nosotros mismos, algunos de los indicios positivos pueden ser: nuestra capacidad para resolver problemas y pedir ayuda cuando sea necesario, tener un criterio propio, no dejarnos manipular y sobre todo, aprender de las experiencias del pasado, proyectar sin ansiedad el futuro y vivir intensamente el presente. 

Elevar la autoestima


La autoestima la podemos mejorar tomando decisiones y responsabilizándonos de nuestros actos, recordando nuestros éxitos, aceptándonos tal como somos, es decir, reconociendo lo que es y lo que no es. Es muy positivo buscar soluciones ante las adversidades, vivir en el presente, cuidar nuestro cuerpo, cambiar de hábitos (si es necesario), aprender a ser más asertivos y a poner límites. Al final todo es cuestión de actitud, de equilibrio y depende también de nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias. Tenemos que darnos permiso para equivocarnos sin sentirnos frustrados.

lunes, 13 de abril de 2020

La depresión

Cuando aparece la tristeza

Como emoción, la tristeza es necesaria porque nos invita a reflexionar, pero si nos sentimos decaídos, más vulnerables, si tenemos problemas para solucionar los contratiempos, perdemos las habilidades sociales…. nuestra balanza emocional se puede desequilibrar y podemos llegar a la depresión. 
Florencia  bajo la lluvia

Siempre, siempre sale el sol


¿Cómo podemos evitar el desgaste y el desánimo? Con un estilo de vida más reforzante. La serotonina, que es una hormona que influye en nuestro estado de ánimo, se puede elevar con nuestra actitud positiva, con realismo, enfrentando nuestras responsabilidades, con empatía, expresando nuestros sentimientos, cuidando nuestra alimentación y nuestro descanso, no sintiéndonos culpables, sin aislarnos y teniendo derecho al desahogo. Si es necesario, es  aconsejable acudir a la ayuda profesional para mantener en el mejor estado las capacidades cognitivas (memoria, concentración, comprensión...) y poder ver la luz al final del túnel. 

martes, 7 de abril de 2020

La ansiedad

La ansiedad, exceso de preocupación

Puesta de sol en el mediterráneo
Desde la perspectiva de un cuidador, un cierto nivel de ansiedad es positivo, porque nos mantiene alerta y activos. Lo que tenemos que evitar es llegar al bloqueo y buscar herramientas para ayudarnos.  La ansiedad puede depender de factores externos sobre los que no tenemos control, como la variación de presión atmosférica con el cambio de estación (primavera-otoño). Para controlarla podemos potenciar las conductas  positivas, analizando la relación esfuerzo-recompensa de nuestras acciones, estableciendo prioridades en nuestras obligaciones, manteniendo la actividad tanto física como mental, identificando las causas que la desencadenan y aprendiendo a poner límites. Una alternativa al tratamiento con medicamentos es la terapia cognitivo-conductual (que son técnicas que nos ayudan a modificar comportamientos negativos).

jueves, 2 de abril de 2020

Emociones y sentimientos

Las emociones tienen nombre

Irlanda

Según mi experiencia, sería conveniente que el cuidador intentara identificar sus emociones (que yo considero que son inevitables y necesarias), ya que cuando se unen a los propios pensamientos se pueden convertir en sentimientos, que son menos intensos pero más duraderos en el tiempo. Todas las emociones tienen su parte positiva, la tristeza nos sirve para reflexionar, el enfado para aprender a poner límites, el miedo para protegernos, la alegría para compartir…. Pero en su justa medida, sin llegar al desasosiego, la ira, o el pánico. Por eso debemos reforzar, con nuestros recursos, las emociones positivas para que nuestra balanza emocional este lo más equilibrada posible, para evitar llegar al agotamiento emocional, tan negativo como el físico.

martes, 24 de marzo de 2020

Cuidador por elección

Soy cuidador familiar

Arcoíris en el Pirineo

En nuestra vida organizada una nueva situación nos saca de la zona de confort, ¿Por qué somos cuidadores? ¿Por qué nos ha tocado? Pues por elección, somos libres de decidir donde estamos, y no elegir también es una decisión. Lo que está claro es que hay que asumir esta tarea con convicción y saber que nuestras prioridades son tan importantes como las del afectado, porque tienen que ver con nuestro bienestar, no podemos dejarlas de lado, tienen que ir equilibradas, es necesario conciliarlas. Tenemos que aprender a identificar nuestras necesidades para evitar que se conviertan en dificultades y para poder darles una salida. No somos imprescindibles y las obligaciones no deben ser impuestas, deben ser asumidas.