lunes, 27 de abril de 2020

Resiliencia

Acepta la realidad y no te detengas ante el obstáculo

La capacidad que tenemos para hacer frente a las adversidades es nuestra resiliencia. Como cuidadores familiares deberíamos entender nuestras percepciones negativas y heridas emocionales, para que cualquier contratiempo no nos impida evolucionar, y nos pueda servir de aprendizaje. 

¿Soy resiliente?


Existen algunos factores que nos pueden indicar nuestro nivel de fortaleza. Si contamos con un pensamiento positivo, con autonomía y voluntad de superación, con autoconfianza, iniciativa propia y creatividad, podremos afrontar las dificultades como un desafío. También nos ayudará nuestra integridad moral, ser introspectivos (observar nuestro estado de animo para reflexionar sobre él), tener  capacidad para relacionarnos y unos objetivos para cumplir. Como herramienta existen pruebas tipo test para conocer nuestro nivel de resiliencia.

¿Cuál es mi base?


Una buena base para la resiliencia es nuestro equilibrio vital, una actitud optimista, ser empáticos, la responsabilidad, nuestra automotivación, y también, el sentido del humor. Todo esto nos permitirá una adaptación positiva a los problemas del día a día. 

Bambú

Soy como el bambú


Nos debería servir de ejemplo el bambú. Es una planta que se mantiene en pie y creciendo gracias a su flexibilidad, mientras que cualquier otra planta rígida o árbol de tronco grueso y macizo no resiste un fuerte viento. En cambio, el bambú sabe cómo adecuarse a su contexto, porque es flexible, adaptable y cambia cuando es necesario hacerlo. Nosotros también podemos intentar salir fortalecidos y aprender de la superación de los problemas, en lugar de sentirnos rotos y superados por las situaciones desfavorables.

miércoles, 15 de abril de 2020

La autoestima

La importancia de ser uno mismo

La impresión que tenemos de nosotros mismos, como nos percibimos es nuestra autoestima. Es decir, como nos aceptamos con nuestro equilibrio de cualidades y de imperfecciones.

Rosa con espinas

¿Cómo me valoro?


A la hora de determinar que imagen tenemos de nosotros mismos, algunos de los indicios positivos pueden ser: nuestra capacidad para resolver problemas y pedir ayuda cuando sea necesario, tener un criterio propio, no dejarnos manipular y sobre todo, aprender de las experiencias del pasado, proyectar sin ansiedad el futuro y vivir intensamente el presente. 

Elevar la autoestima


La autoestima la podemos mejorar tomando decisiones y responsabilizándonos de nuestros actos, recordando nuestros éxitos, aceptándonos tal como somos, es decir, reconociendo lo que es y lo que no es. Es muy positivo buscar soluciones ante las adversidades, vivir en el presente, cuidar nuestro cuerpo, cambiar de hábitos (si es necesario), aprender a ser más asertivos y a poner límites. Al final todo es cuestión de actitud, de equilibrio y depende también de nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias. Tenemos que darnos permiso para equivocarnos sin sentirnos frustrados.

lunes, 13 de abril de 2020

La depresión

Cuando aparece la tristeza

Como emoción, la tristeza es necesaria porque nos invita a reflexionar, pero si nos sentimos decaídos, más vulnerables, si tenemos problemas para solucionar los contratiempos, perdemos las habilidades sociales…. nuestra balanza emocional se puede desequilibrar y podemos llegar a la depresión. 
Florencia  bajo la lluvia

Siempre, siempre sale el sol


¿Cómo podemos evitar el desgaste y el desánimo? Con un estilo de vida más reforzante. La serotonina, que es una hormona que influye en nuestro estado de ánimo, se puede elevar con nuestra actitud positiva, con realismo, enfrentando nuestras responsabilidades, con empatía, expresando nuestros sentimientos, cuidando nuestra alimentación y nuestro descanso, no sintiéndonos culpables, sin aislarnos y teniendo derecho al desahogo. Si es necesario, es  aconsejable acudir a la ayuda profesional para mantener en el mejor estado las capacidades cognitivas (memoria, concentración, comprensión...) y poder ver la luz al final del túnel. 

martes, 7 de abril de 2020

La ansiedad

La ansiedad, exceso de preocupación

Puesta de sol en el mediterráneo
Desde la perspectiva de un cuidador, un cierto nivel de ansiedad es positivo, porque nos mantiene alerta y activos. Lo que tenemos que evitar es llegar al bloqueo y buscar herramientas para ayudarnos.  La ansiedad puede depender de factores externos sobre los que no tenemos control, como la variación de presión atmosférica con el cambio de estación (primavera-otoño). Para controlarla podemos potenciar las conductas  positivas, analizando la relación esfuerzo-recompensa de nuestras acciones, estableciendo prioridades en nuestras obligaciones, manteniendo la actividad tanto física como mental, identificando las causas que la desencadenan y aprendiendo a poner límites. Una alternativa al tratamiento con medicamentos es la terapia cognitivo-conductual (que son técnicas que nos ayudan a modificar comportamientos negativos).

jueves, 2 de abril de 2020

Emociones y sentimientos

Las emociones tienen nombre

Irlanda

Según mi experiencia, sería conveniente que el cuidador intentara identificar sus emociones (que yo considero que son inevitables y necesarias), ya que cuando se unen a los propios pensamientos se pueden convertir en sentimientos, que son menos intensos pero más duraderos en el tiempo. Todas las emociones tienen su parte positiva, la tristeza nos sirve para reflexionar, el enfado para aprender a poner límites, el miedo para protegernos, la alegría para compartir…. Pero en su justa medida, sin llegar al desasosiego, la ira, o el pánico. Por eso debemos reforzar, con nuestros recursos, las emociones positivas para que nuestra balanza emocional este lo más equilibrada posible, para evitar llegar al agotamiento emocional, tan negativo como el físico.

martes, 24 de marzo de 2020

Cuidador por elección

Soy cuidador familiar

Arcoíris en el Pirineo

En nuestra vida organizada una nueva situación nos saca de la zona de confort, ¿Por qué somos cuidadores? ¿Por qué nos ha tocado? Pues por elección, somos libres de decidir donde estamos, y no elegir también es una decisión. Lo que está claro es que hay que asumir esta tarea con convicción y saber que nuestras prioridades son tan importantes como las del afectado, porque tienen que ver con nuestro bienestar, no podemos dejarlas de lado, tienen que ir equilibradas, es necesario conciliarlas. Tenemos que aprender a identificar nuestras necesidades para evitar que se conviertan en dificultades y para poder darles una salida. No somos imprescindibles y las obligaciones no deben ser impuestas, deben ser asumidas.

viernes, 20 de marzo de 2020

La charla para AODEM

La Asociación Oscense de Esclerosis Múltiple nos dio la oportunidad de compartir los recursos necesarios y nuestra experiencia para afrontar la tarea de cuidar a un familiar dependiente.  


jueves, 19 de marzo de 2020

El grupo



El grupo que asistió al primer curso para cuidadores familiares, gracias a las redes sociales (whatsapp, facebook, skype...) siguió en contacto y quedamos en reunirnos una vez al año. Teníamos tantas ganas de vernos que no pudimos esperar, y a los seis meses ya estábamos de nuevo en Madrid. De ese encuentro salió el siguiente, en los Pirineos. Se han sumado integrantes del segundo curso que se realizó y ya estamos planeando el próximo, por que a pesar de ser tan distintos y estar tan lejos unos de otros, tenemos en común el hecho de ser cuidadores de una persona dependiente y las ganas de compartir con todo el mundo que esté interesado nuestras experiencias e inquietudes.


miércoles, 18 de marzo de 2020

El curso



La ocasión de asistir a un curso dedicado específicamente a familiares directos de afectados por esclerosis múltiple, era una oportunidad que no se podía desaprovechar. Cada uno en su medida pudo conocer, en algunos casos por primera vez, un conjunto de recursos y estrategias para llevar mejor el día a día. Conducidos de la mano de una excepcional psicóloga, aprendimos a cuidar nuestro cuerpo y nuestras emociones. Personalmente, fue un fin de semana duro, pero necesario. Enfrentar cara a cara la evolución de la enfermedad, a través de los testimonios de los compañeros fue doloroso, pero algo necesario, para seguir con el proceso de adaptación al futuro.
   

martes, 17 de marzo de 2020

Mi espacio




En el aprendizaje de cuidarse uno mismo, se tienen que encontrar momentos que permitan desconectar de la rutina diaria. En soledad o compañía. Puede servir cualquier afición (un deporte, la lectura, la música, el baile, un viaje...), lo importante es que se sienta ese momento como algo propio, que dé fuerzas para afrontar el día a día. No importa tanto la cantidad, como la calidad de esos instantes. A veces un simple café, un paseo o un momento de relajación es suficiente, es la sensación de sentir que, por un instante, nos dedicamos a nosotros, por que nos lo merecemos. Mantener la mente ocupada en algo que nos satisface es muy beneficioso.




lunes, 16 de marzo de 2020

¿Quien cuida al cuidador?

Pues debería aprender a cuidarse el mismo. Aun teniendo la suerte de estar arropado por su entorno, el sentimiento de soledad puede aparecer. Es necesario tener recursos para enfrentarse a las sensaciones de agotamiento, rabia, impotencia, irritación, frustración... y que éstas no repercutan en la tarea de cuidar al afectado. Físicamente, el deporte es una muy buena alternativa. Una opción es el yoga, porque combina la parte física (postura o asanas), con la respiración y la relajación (o meditación). Como no es un ejercicio muy exigente (según a que niveles), se puede adaptar bastante bien a cualquier edad. 



Con las asanas (posturas) se activa el metabolismo, se ejercitan los músculos, el equilibrio y la resistencia. Con los estiramientos se previenen además los problemas posturales. La consciencia de la respiración favorece la oxigenación del organismo. La parte de la relajación o meditación trabaja la mente, con el beneficio que eso supone como antiestrés, por su efecto tranquilizante y como antidepresivo. Totalmente recomendable. 




sábado, 14 de marzo de 2020

El entorno

Es muy importante la colaboración de los familiares y amigos que rodean al afectado y al cuidador. La primera sensación de que nosotros podemos con todo, puede llegar a ser, como poco, agotadora. Esta sobrecarga (en ocasiones desapercibida) puede llegar a pasarnos factura. Es necesario que aprendamos a apoyarnos en las personas dispuestas a ayudar, y para todo el mundo no es fácil, (depende mucho de la forma de ser de cada uno) pedir esa ayuda. Las decepciones pueden aparecer (y son amargas), pero quizá esos amigos no lo eran tanto.



La familia no se elige, están ahí, para bien o para mal. Tan negativo es un exceso de colaboración, como un total desapego. A veces por sobreprotección, se intenta evitar la implicación, para evitar dolor, sin entender que también tienen todo el derecho a participar en la tarea de cuidar al afectado, aliviando además la carga del cuidador principal.     

martes, 10 de marzo de 2020

El día a día



Paradójicamente el cuidador familiar o informal es el que está más cerca de la persona dependiente y con frecuencia no tiene formación. Cada día es una incógnita, donde no sabemos a que nueva situación tendremos que hacer frente. A base de lógica y bastante paciencia intentamos solucionarlas, sin tener la certeza de que nuestros esfuerzos sirvan para algo. Intentar relacionar que el día este nublado o ventoso con los síntomas del afectado puede parecer absurdo, pero en ocasiones es así. Para los problemas físicos es más fácil encontrar herramientas para remediarlos (eliminar barreras, adaptar el baño...)



Para los psicológicos cuesta un poco más, disminuir el razonamiento hasta un nivel muy básico, de manera que podamos afrontar las carencias cognitivas, la perdida de memoria, acostumbrarnos a una no intencionada falta de empatía (lo primero soy yo), el pensar que en un paseo hay que contar con la ida y la vuelta, el asumir retos sensatos (no todo el mundo puede hacer un Ironman...) Pensar por dos no es complicado, es cuestión de adaptación y actitud... 

domingo, 8 de marzo de 2020

La experiencia y el sentido de cuidar

Bueno... vamos allá de nuevo, aquí van mis sensaciones, mis inquietudes, con el único propósito de que mi experiencia le sea útil a algún cuidador familiar, sin más pretensiones...